martes, 9 de febrero de 2016

Rastros y tiendas...




No voy a subir todos los lugares visitados o en los que he comprado algo de Cola cao, pero si una muestra.



Yo soy más de rastros, mercadillos y almonedas, pero desde luego hay tiendas en las que el trato es fantástico y los precios muy razonables.





También hay anticuarios, mayoristas y particulares que hacen de nuestras colecciones un placer. No siempre es fácil tratar, a veces es cuestión de tiempo, de que te conozcan, pero merece la pena el esfuerzo.






Mercados especiales, benéficos, en los que lo primero es disfrutar, pero también el gusto de encontrar algo que no esperas y colaborar con un montón de buenas causas.



No siempre se encuentran cosas nuevas, o de nuestra colección, pero sí se pueden admirar pedazos de historia. Me gusta mirar y escuchar a la gente mayor en los rastros, como comenta las épocas en que utilizaban aquellas cosas y que jamás pensaron que de objeto común o de trabajo pasaría a adorno u objeto de colección por parte de más de cuatro locos, somos muchos...



Y que os digo de los desembalajes  o mercadillos especiales de almoneda? Si no habéis ido nunca os lo recomiendo. No hace falta gastarse una pasta, basta con tener ganas, madrugar un poco, un bocata y a hacer camino. No siempre llegan solas las cosas a nuestras manos no?



Ferias de una vez al año...aquí suelo coger mi otra pasión, las matriuskas, y a veces alguna pieza de café suelta para mí o para mi hija.




Las ferias de los domingos y sábados! El país entero está lleno de estas delicias. No siempre son cada fin de semana, pero para los que tengáis ocasión, la zona de telares o chatarras ofrece un subidón para el coleccionista. No niego que también  cabreo y desilusión si no hay nada que llevarse entre las uñas.
 

Aquí parada obligatoria para dar las gracias. LA SEÑORA HENDERSON, tiene cosas espectaculares a precios asequibles, y lo más importante, además de cosas de Cola cao, son de esas personas que se entregan con el cliente. Te cogen el número y cumplen. Mandan what. con las entradas nuevas. Fue un placer y estoy muy agradecida de encontrar aún profesionales del comercio, donde no todo es vender una vez, si no, hacer cliente y vender más veces y el boca a boca asegurado y positivo, por supuesto.


El final del rastro...aquí en Oviedo o en Gijón, la desolación cubre todo. La gente deja tirado e l material que ya no le es rentable, y aunque aquí no lo reflejo, si pasas, puedes llevarte algo de lo que queda por allí. Desde cajas enteras de libros de poemas, adornos, o botes de colección.
Hay otra parte de rastro junto al Fontón, donde sube la calidad de la venta, pero de la que me he traído más de una vez libros para casa que dejan tirados.






Una pequeña muestra de lo que se encuentra en un desembalaje, pero esto no es ni la mitad de la mitad.


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